¿El sueño de los coches sin conductor se desvanece? Es cierto que la tecnología permite la autoconducción , y que bien empleada haría más seguros los desplazamientos. Pero la industria del automóvil reconoce que aún estamos lejos de conseguirlo. Aún no tiene la capacidad de crear un robot o una computadora capaz de superar, ni tan solo igualar, al conductor humano en todas las situaciones. La Inteligencia Artificial (IA) no puede copiar el cerebro humano
El hombre boicotea con sus conductas el aprendizaje de la Inteligencia Artificial
Incluso el día que la tecnología consiga igualar a las personas conduciendo un coche todavía seguirá muy lejos de poder aplicarlo. La seguridad debe ser lo primero y la Inteligencia Artificial puede aprender y desarrollarse pero el ser humano siempre estará ahí para boicotearla. Ya sea un cruzando una calle con el semáforo en rojo, usando bicicletas y patinetes eléctricos sin respetar su carril, dando un volantazo por un despiste mientras usamos el teléfono móvil, acelerando ante un semáforo en ámbar, … son infinitas las posibilidades que la inteligencia artificial debe aprender para poder igualar la capacidad de respuesta de un cerebro humano.
Los problemas éticos también impiden el desarrollo de esta industria.
Una computadora y una persona no responden de la misma manera a los retos que supone conducir un coche cuando se trata de decisiones clave…. Por ejemplo ante un riesgo de accidente el coche sin conductor evita atropellar a un peatón aunque esto suponga colisionar o salirse de la carretera. El coche sin conductor se sacrifica por el peatón…. Pero que ocurre con los pasajeros que van dentro del vehículo? Están dispuestos a sacrificar su vida y la de su familia para evitar atropellar a otra persona? Y que hay de los puestos de trabajo que destruirían los vehículos sin conductor humano?
Problemas legales y de ciberseguridad
Luego tenemos los problemas legales, cada país tiene sus propias normativas que regulan el uso de coches sin conductor. Esto es algo insalvable y la industria del vehículo sin conductor tendrá que adaptarse a cada país o ser los países los que hagan una normativa homogénea.
Por otro lado el propio FBI avisa de la peligrosidad que supone un coche autónomo si es pirateado por un ciberdelicuente y decide usarlo para atropellos masivos. Estaríamos hablando de una gran vulnerabilidad que tendrán que
solucionar los constructores de coches sin conductor si no quieren que sus vehículos se conviertan en armas en manos de terroristas.
Dificultades técnicas
Los vehículos autónomos tienen grandes limitaciones técnicas que aún han de superar. En la actualidad se basan en un sistema de sensores, llamados LIDAR, que no acaban de responder bien bajo ciertas condiciones climáticas como la lluvia o la nieve. La computadora que conduce el coche tiene implementados mapas que le ayudan a situarse de modo que lo que detectan sus sensores se corresponda con lo que deberían detectar… pero que ocurre en caso de obras en una carretera, desvíos de tráfico, baches que no evitará porque no salen en el mapa….
Tenemos también la incógnita de si la red 5G con gran amplitud de banda y capacidad de conectar múltiples dispositivos será capaz de facilitar la comunicación de estos vehículos. Por ejemplo eso evitaría una colisión en caso de un frenazo brusco del coche que va delante. O al llegar a un cruce ser capaz de detectar que viene un coche por la otra calle y si su semáforo está verde o rojo.
La realidad del vehículo sin conductor en la actualidad
La tecnología tiene el potencial pero aún queda mucho trabajo y tiempo por delante. La realidad hoy por hoy es que el vehículo sin conductor solo puede aplicarse a casos muy restringidos a menos que solo se desplacen bajo determinadas circunstancias de gran seguridad o por sus propios carriles o carreteras exclusivos para ellos.